Comentario
La relevancia del papel desempeñado por Tarraco en época romana se refleja también en las características del poblamiento rural de sus zonas de influencia. Sin entrar en el problema de los límites del territorium de la ciudad, podemos afirmar que su hinterland inmediato coincidía con el área actualmente conocida como Camp de Tarragona. En esta llanura costera se documenta una significativa cantidad de asentamientos rurales, villae, que nacen en época tardo-republicana, perduran durante el Alto Imperio y, en algunos casos, presentan importantes fases edilicias en época bajo-imperial. Si bien no sé ha excavado en su totalidad ninguno de estos asentamientos rurales, muchos son los que han proporcionado elementos escultóricos, mosaicos y otros datos de diversa índole. Ejemplos emblemáticos del poblamiento rural tarraconense son la villa dels Munts (Altafulla) y la de Centcelles (Constantí).
En el primer caso, nos hallamos ante una suntuosa residencia extraurbana, situada en un promontorio junto al mar, con tres complejos termales, una rica decoración musiva y pictórica y un importante repertorio escultórico, en el que destaca una cabeza de Antinoo. Sabemos que fue propiedad, en época de Antonino Pio, de un alto funcionario imperial que ejercía en Tarraco. Tras una reforma en el siglo IV d. C., siguió en actividad hasta los siglos VI o VII d. C.
La villa de Centcelles constituye un punto de singular significación por el hecho de que, en el siglo IV, una sala de las termas de la misma fue transformada con el fin de convertirla en un suntuoso mausoleo de un personaje tradicionalmente identificado con Constante, hijo de Constantino. El mausoleo consiste en una gran sala circular con cuatro ábsides, cubierta con cúpula, bajo la que se excavó una cripta destinada a cámara sepulcral. La cúpula, de 10, 7 m de diámetro, presenta una rica decoración musiva policroma, estructurada en diversas franjas concéntricas articuladas en varios sectores. Por debajo de ésta se conserva todavía parte de la decoración pictórica mural de la sala.
La decoración de la cúpula incluye, en su parte inferior, una serie de representaciones de tema cinegético, a las que se superponen dieciséis escenas del Viejo y del Nuevo Testamento, articuladas por columnas salomónicas; una franja de círculos imbricados separa estos motivos de una franja superior con nuevas escenas figuradas que representan, alternativamente, a las cuatro estaciones y a imágenes de personajes entronizados. En la parte superior de la cúpula, en una escena central muy deteriorada, se distinguen dos cabezas y restos de las túnicas de los personajes correspondientes. Si bien la interpretación de este mausoleo es todavía objeto de polémica, existe plena unanimidad en destacar la gran calidad artística y compositiva del mismo, y su importancia como primer ejemplar de mosaico en cúpula, con temática cristiana, en las provincias de Occidente.